DESARROLLO NECESARIO

Habían sido dos años de duras sequías. Innumerables cultivos y animales habían muerto, trayendo hambre y muerte, sobre todo a niños y viejos. Los maltrechos sobrevivientes se arrastraban hacia las ciudades cercanas para intentar buscar un sustento.

Así, poco a poco iban creciendo barrios enteros de chabolas alrededor de las doradas ciudades florecientes. Nunca faltaba trabajo de construcción.

Yusuf provenía de una de las familias que tuvo que abandonar sus tierras. Llegó siendo un niño hacía 10 años con sus padres, un par de vacas y algunos alimentos de su escasa cosecha. Conseguir trabajo significaba mantener una familia. Yusuf había aprendido el oficio de la construcción desde los 13 años y hoy con 21 era uno de los mejores capataces de una importante empresa internacional.

Yusuf era uno de los pocos niños del campo que se había labrado un buen futuro. Aquel día, consultaba en su oficina un nuevo proyecto de apartamentos lujosos de 30 plantas. Con piscina. Cada apartamento. Una muy mala sensación le embargó mientras miraba hacia el mar de chabolas, al tiempo que calculaba mentalmente, el número total de piscinas.

Al año siguiente la inmensa torre de apartamentos estaba terminada. La empresa lo celebraba. Se habló de progreso, desarrollo, beneficios, rentabilidad, esfuerzo, crecimiento,…y de más y más proyectos.

Ese mismo día Yusuf entrevistaba campesinos. Llegaban con lo puesto y extremadamente delgados. Conseguir trabajo significaba comer. Yusuf pensaba,… según crecía la demanda, más crecía la oferta de trabajadores, según crecían los lujos de su ciudad, aún más el mar de chabolas alrededor. Pero Yusuf tenía claro qué era lo que más crecía: la desigualdad.

Ese año no fue un año seco, pero a pesar de las lluvias, los acuíferos, por algún motivo, no recuperaron su caudal.

Inspirado en un testimonio incluido en el documental "Human being".

Autora: Raquel Valdazo. Psicóloga ámbito clínico. Colegiada M-22413. Email: rvaldazo@cop.es; Tfno.: 633311168.