EL ELEFANTE


Al principio era un vago y confuso recuerdo, después algo parecido a un sueño, finalmente retales de una reminiscencia. Así, aún cuando Kala, de niña, metió un pequeño elefante en su casa, lo había olvidado para siempre.
Pasaron lentos y largos días, lentos y largos meses, lentos y largos años. La niña, fue adolescente, joven, adulta, tuvo pareja, tuvo hijos, tuvo nietos. Tuvo, lo que se podría decir, una vida normal.

El elefante fue creciendo, pero lo hizo tan poco a poco, que apenas molestaba a su compañera. El elefante se adaptó a su adolescencia, se adaptó a su juventud. Como también se iba haciendo grande, empezó teniendo alguna dificultad para adaptarse con la pareja, no había ya demasiado sitio. Pero, aún así, lograron incluso hacer espacio para los niños.

El elefante no paraba de crecer. Era tan grande que los hijos se fueron de casa, tan grande que la pareja se fue de casa, tan grande que Kala empezó a sentirse ahogada, triste, nerviosa y amenazada.

Entonces salió de su casa y comenzó a preguntar a personas muy sabias para que la ayudaran. La examinaron expertos de todo tipo, pero no la veían nada, no entendían qué la ocurría. Finalmente, tras innumerables pruebas, le aseguraron que a ella no le pasaba nada.
Sin embargo vivía sola, triste e infeliz. El elefante se hizo tan grande que ya no cabía ninguna persona, sólo Kala.

Un día que Kala salió de su casa, se encontró con un joven viajero. El viajero le recordaba a uno de sus hijos y se pusieron a conversar. Al final de la tarde, el joven viajero le acompañó a su casa. Al despedirla, desde la puerta, no pudo evitar ver al enorme elefante que vivía con ella, y sin pensarlo exclamo:
-" !Kala, tienes un elefante en casa!"

Kala, muy amablemente le despidió, cerró la puerta y con gran esfuerzo llegó al único rincón de la casa que no ocupaba el elefante.
Allí, encogida, incómoda y encorvada, pensó:
-"Qué tontería, si yo tuviera un elefante en casa, lo sabría".

Fin
Autora: Raquel Valdazo

2 comentarios:

  1. Me gusta especialmente este cuento.Muchas gracias por publicar tus cuentos, los leo y se los leo a otros, antes de dormir. :)

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    1. Hola Carmen. Me alegra mucho leer tu comentario. Para mi es también uno de mis cuentos con mayor significado y mensaje. Asociado además a una terapia preciosa donde tuve el placer de conocer a una valiente Kala. Gracias a ti por leerlos y por difundirlos.

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